Itinerario del Habitat Rural en AndorraEl hábitat rural andorrano se ha forjado a través del uso racional e intenso de los recursos que ofrece la montaña. Éste es el hábitat donde campesinos, pastores, constructores de caminos y márgenes, forjadores, tejedores, carboneros y madereros han desarrollado sus actividades económicas y laborales. La necesidad de un entorno útil y aprovechable, que facilitara la práctica de sus oficios, ha generado viviendas y edificios con apariencia y distribución similares, cuya principal finalidad es la funcionalidad de los espacios.

Las viviendas que se visitan en este itinerario, se han acondicionado para poder transmitir al público las particularidades del medio rural de montaña y poner en relieve las diferencias sociales y económicas a finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX en Andorra. Además, son un buen punto de partida para recorrer los entornos urbanos donde se encuentran.

Las casas que pueden visitarse son:

Casa Cristo, en Encamp, ejemplo de vivienda de una familia humilde de la época, en la que se conservan aún intactos las herramientas, útiles y mobiliarios usados por la familia. Permite ver un ejemplo de la vida de una familia austera y trabajadora.

Casa Rull, en Sispony, perteneciente a una de las familias más ricas de la parroquia de La Massana, demuestra la importancia de la casa, como símbolo de unidad y patrimonio, en la sociedad tradicional andorrana. Dado que la casa era el centro de la vida laboral y hogareña de las familias, esta casa demuestra la adaptabilidad de la vivienda según las necesidades de sus habitantes.

Casa d’Areny-Plandolit, en Ordino, único ejemplo de casa señorial en Andorra, perteneció a una de las familias más poderosas del país, propietaria de una de las fraguas más importantes del Principado en la época en que la economía del país se fundamentaba en la extracción transformación y comercio del hierro. Con un menaje y mobiliario propio de su condición social y forma de vida, ofrece una visión heterogénea de diferentes épocas de la familia y su vivienda, de gran valor etnológico, y que mezcla elementos de la vida en la montaña con otros de la vida en la ciudad.

Para las visitas de las tres casas, se recomienda reservar cita, puesto que se hacen acompañados de un guía. Con el pasaporte de la red de museos nacionales, se puede adquirir las entradas para estas instalaciones a un precio reducido.

Más información en la web de Patrimonio de Andorra.

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