La superficie del Principado de Andorra es de 468 km². Su ubicación en plena cordillera pirenaica hace que en su territorio haya 65 picos de más de 2.500 metros de altitud. El más alto es el Comapedrosa, con 2.942 metros. El punto más bajo del país está a 840 metros y se ubica en la confluencia del río Runer y el río Valira.
Es una zona de picos escarpados y estrechos valles por los que discurren numerosos arroyos y riachuelos que se unen en sus tres ríos principales: el Valira del Norte, el Valira de Oriente y el Gran Valira.
Además, el país cuenta con unos 60 lagos, siendo los más importantes el de Juclar, el de L’Illa, el de Engolasters y los tres lagos de Tristaina.
El clima en el país es mediterráneo de alta montaña, con temperaturas en invierno frias y en verano suaves. Se producen grandes variaciones según la altitud y la orientación. Tiene un porcentaje alto de días soleados y el clima es seco, produciéndose la mayor cantidad de precipitaciones en otoño. En invierno son sobre todo en forma de nieve.
La vegetación andorrana es abundante y variada: en las solanas y zonas más bajas domina el piso mediterráneo, con encinas y robles. Más arriba encontramos vegetación propia del piso montano: las pinedas de pino rojo, robledos, abedules, rododendro, avellaneros, abetos… También encontramos pasturas, prados de hierba para segar y campos de cultivo. En este piso florece la flor más simbólica de Andorra: la grandalla (narcissus poeticus). En el piso subalpino hay grandes bosques de pino negro y abeto, y arriba del todo en el piso alpino hay prados alpinos, matorrales y canteras.